La guerra entre Bimbo y el grupo Rubio Snacks ha desembocado finalmente en una sentencia estimatoria del Tribunal General de la UE a favor de la empresa murciana.
El conflicto comenzó en 2015 cuando Bimbo solicitó el registro de una marca de la Unión Europea denominada “Tía Rosa” de carácter figurativo. Los productos que designaba eran, entre otros, legumbres, snacks de maíz o cereales, galletas saladas y pan integral. Rubio Snacks presentó una oposición a su registro alegando riesgo de confusión.
En sus alegaciones, la pequeña empresa murciana confirmaba que su marca ya registrada “Tía Rosa”, con la que llevaba siendo reconocida nacionalmente muchos años, representaba una serie de productos muy similares a los que pretendía referirse la marca de Bimbo, como podían ser aquellos de las clases 30 y 31 de la clasificación de Niza.
En dicha oposición, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) apreció que había un alto riesgo de confusión, no solo por la designación de productos sino también por su denominación. Ambas marcas compartían la misma denominación.
La única distinción que se apreciaba eran los colores que presentaba cada una de las marcas, ya que mientras “Tía Rosa” de Bimbo era roja sobre fondo blanco, “Tía Rosa” de Rubio presentaba 5 colores más aparte del rojo y blanco (el naranja, negro, amarillo, plata y rosa), lo que no evitaba el riesgo de confusión.
Tras varios años, la EUIPO estimó la oposición presentada por Rubio Snacks en base a la marca española confirmando sus alegaciones, sosteniendo que existiría riesgo de asociación entre los signos enfrentados si se permitía el registro de la nueva marca solicitada.
Denegándose la solicitud, Bimbo decidió interponer recurso alegando que había una serie de productos que su marca designaba y no estaban protegidas por el derecho anterior de Rubio Snacks, como por eran las legumbres cocidas y otros productos de la clase 29. Su intención era registrar “Tía Rosa” al menos para esta clase, y su petición fue aceptada por la EUIPO cuando estableció que efectivamente no había ningún riesgo de confusión para esos productos (legumbres); sin embargo, desestimó el recurso para todo lo demás.
La guerra entre estas empresas finaliza cuando, tras la desestimación del recurso, Bimbo interpone un nuevo recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea, que es desestimado en 2019.
A pesar de su gran notoriedad y cuota de mercado a lo largo del mundo, Bimbo no ha conseguido vencer a una pequeña empresa, y este hecho marcará sin duda un antes y un después para que aquellas pequeñas y medianas empresas que comprendan que aun siendo pequeñas, teniendo los derechos protegidos se puede vencer a cualquier tipo de empresas por muy grandes que éstas sean.
Puedes consultar la sentencia en el siguiente enlace.
Comments