Desde hace algunos meses los conceptos de metaverso y NFT (non-fungible tokens) han dejado de ser desconocidos para la mayoría para pasar a convertirse en una tendencia al alza y que parece venir para revolucionar algunas industrias donde la exclusividad o la propiedad privada adquiere cierta importancia. Es por esa razón por la que una pluralidad de empresas y artistas vinculados a la industria de la moda no han dejado pasar la oportunidad y ya se encuentran diseñando todo tipo de estrategias y campañas para posicionar sus creaciones en este nuevo entorno virtual.
Las empresas de moda normalmente suelen emplear buena parte de sus recursos en situarse a la vanguardia y ello parece que podría pasar por adquirir presencia en este nuevo universo. Estas compañías podrían así ampliar su target e incluir a ese público nativo digital que tanto consume de manera no presencial.
En concreto, algunas marcas de lujo como Balenciaga, Gucci, Louis Vuitton y Burberry ya se han acercado con buenas expectativas a este mercado. Sin embargo, a Hermès no parece ocurrirle lo mismo ya que hace relativamente poco el artista Mason Rothschild creó hasta 100 NFT de interpretaciones del bolso Birkin, insignia de la marca, cubiertos con pelos de llamativos colores y sin contar con el consentimiento de la firma de lujo que en ningún momento autorizó dichas creaciones. El uso no autorizado de la marca ajena con finalidades económicas suele estar contemplado en la mayoría de las jurisdicciones como una infracción de los derechos de propiedad industrial de la marca. Asimismo, dicha infracción también podría ser considerada como una infracción de los derechos de propiedad intelectual de este diseño tan conocido. La casa de lujo ya ha puesto en manos de los tribunales de Nueva York la infracción por el autor del metabirkin de los derechos mencionados.
Muchas problemáticas se plantean ahora de cara a esta incipiente realidad. ¿Se pueden hacer o modificar libremente obras de arte o diseños ya existentes y ampliamente protegidos fuera del metaverso? ¿Se debería aplicar de manera extensiva la legislación existente en materia de derechos de propiedad intelectual e industrial? ¿Existe de verdad un vacío legal en el metaverso?
Otra propuesta interesante en el metaverso es la de Balmain, que ha anunciado una colaboración con la marca de muñecas Barbie. Consiste en una subasta de NFT con avatares de Barbie y Ken que visten las prendas y accesorios de la marca de lujo. Los ganadores de la puja tendrán los NFT y la misma versión de la muñeca con su look en la versión física.
Ahora bien, el metaverso no es solo un lugar para las marcas de lujo. Nike, Adidas o Zara ya han iniciado su camino en el mundo virtual. También nos sorprendía hace unos días la marca catalana de moda nativa digital Laagam con la presentación de una colección de NFT que incluye artículos y experiencias digitales. Si creíamos que todo esto era una moda pasajera, las marcas ya han comenzado a posicionarse mediante la apertura de estas nuevas líneas de negocio digitales que podrían proporcionar beneficios millonarios.
Los NFT y el metaverso presentan nuevos desafíos legales desde distintas perspectivas como son los derechos de propiedad intelectual e industrial, derechos de imagen, derechos de protección de datos…
